Regresando a casa, después de una linda jornada educativa; observo al final del pasillo del colectivo un niño que yace recostado al final de los asientos por debajo de los mismo, sí sobre el piso, junto a una bolsa de pan, dormía. ¿Cómo no podría estremecerme y crear interrogantes dicha situación?. Sinceramente, me desfigura el alma. Me replantea esa realidad que nada concuerda con con el curso habitual de mis días. Me predispone a seguir a mis ideales, más que a otra cosa.
No quiero pasar por la vida como una necia, ni tampoco con ceguedad a lo terrible. 
Desearía poder ayudarlo de algún modo. Desearía poder hacer algo. No me alcanza con decir que una ayuda social del Estado puede cambiar la realidad de esas familias... Todavía no alcanza.
¿Qué estoy haciendo?. A donde quiero llegar con tanto egoísmo desarraigado. ¿A donde?